El zoco es el mercado árabe.
Todo y todos están en el
zoco. Comerciantes y artesanos abren sus tiendas a la calle, bajo el estricto
control del zabazoque, responsable de fijar los precios, vigilar los fraudes y la limpieza de
las calles. En torno a los zocos, otras instalaciones se dedican al emergente
comercio; es la alcaicería,
con una dedicación a aquellos productos más valiosos, o la alhóndiga, depósito
de mercancías y lugar de alojamiento para mercaderes.
Los comerciantes,
algunos judíos, hacían largos viajes por el Mediterráneo hasta Oriente para traer y llevar preciados productos.