Necrópolis de la Atalaya

El cementerio árabe de la Atalaya

   
  El Islam es una religión trascendente. Al igual que ocurre en las demás religiones reveladas, como el judaísmo y el cristianismo, en el Islam la muerte es un paso hacia la vida eterna, para lo que el creyente debe prepararse.
La muerte obliga al luto, guardado en un ambiente de sencillez y falta de pompa. El cadáver se envuelve en un sudario y sin volver a tocar la carne del fallecido se da sepultura directamente en la tierra, sin ataúd y orientado hacia la Meca.


La necrópolis musulmana del Cerro de la Atalaya fue un yacimiento intervenido de urgencia para evitar su total expolio y destrucción. Un equipo de arqueólogos hizo una primera intervención y sacaron importantes conclusiones. Es tarea de todos/as cuidar nuestro Patrimonio Arqueológico, colaborar en la limpieza de los yacimientos y exigir respeto por los restos del subsuelo, para que generaciones futuras puedan disfrutar de ellos.

Para ver cómo trabaja un equipo de arqueólogos, haz clic.



                     

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